Roberto Luongo, nació en Montreal, Quebec, el 4 de abril de 1979. Su padre era italiano y la madre irlandesa y hasta la adolescencia compaginó el fútbol con el hockey hielo. Un guardameta que llegó a ser capitán al más alto nivel y que está entre los jugadores con más partidos y victorias de la historia de la máxima competición. 1,044 partidos en la NHL y un promedio de paros del 91,9% en 19 temporadas por el portero de 190cm y 97kg que jugó en Florida Panthers con un paso casi legendario por los Vancouver Canucks donde acarició la copa. Una copa que por fin la ganó pero desde los despachos.
Luongo fue elegido por el NY Islanders en la posición número 4 del draft de 1997, por detrás de nombres como Thornton, Marleau y Jokinen Ya drafteado, Luongo, ganó en dos ocasiones consecutivas, 97-98 y 98-99 la QMJHL (liga de Quebec) con los Val-d’our Foreurs y Acadie-Bathurst Titan. En ambos clubs su paso fue tan notable que tiene retirado el dorsal 1 que lucía.
La temporada 1999-00, ya en New York, el guardameta ya jugó 24 partidos con un promedio de paros por encima del 90%. Pero los dirigentes neoyorquinos tenían el número 1 del draft de ese año 2000 asegurado y Rick DiPietro en el punto de mira, por lo que pensaron que no les hacía falta el prometedor portero canadiense y lo traspasaron a los Florida Panthers.
Las siguientes temporadas Luongo se fue consolidando en la portería del equipo de Florida, de menor presencia a más y con un número en aumento año tras año, convirtiéndose en la estrella del equipo. En el lockout no se marchó a Europa y la temporada siguiente, 04-05 con él liderando el Panthers se produjo el acuerdo para que se marchara a la otra punta de la liga, en Vancouver. Los Canucks le ofrecían posibilidades de estar en un equipo ganador reforzando una posición clave. Florida pudo reconstruir el equipo también. Así que en la temporada 2006-07 Luongo ya volvía a jugar en su Canada natal. Marc Ferran escribió en nhlmania.com un magnífico artículo sobre este portero legendario
Rumbo a Canadá
En la franquicia canadiense pudo competir por la ansiada copa. De las 7 temporadas completas que jugó, entró en los playoff en todas menos en la segunda. Llegó a ser capitán dos temporadas 08-10, que por ser portero demuestra su carácter y liderazgo. La última temporada la empezó en Vancouver pero regresó a Florida antes de terminarla.
La temporada 2010-11 era la de los Canucks. Con una ciudad volcada con el equipo y una plantilla para ganar el sueño acabó de la forma más cruel.
El equipo de Vancouver ganó su primer President’s Trophy de la historia como premio a la regularidad mostrada durante la primera fase de la competición. Con unos hermanos Sedin en un momento bueno y bajo palos un inmenso Luongo. Ya en los playoff, tras ponerse 3-0 contra Chicago Blackhawks, Vancouver pasó la primera ronda en el séptimo partido. Se deshizo de los Nashville Predators en seis partidos y en la final de conferencia de San José Sharks en 5 partidos.
En la final ganó los dos partidos de casa de forma apretada (0-1 y 2-3 OT) y perdió los de fuera claramente (1-8 y 0-4). El quinto partido los canadienses volvieron a imponerse por la mínima (0-1) y en el primer match point de los azules, Boston se impuso 2 a 5 en su pista para forzar el partido definitivo. En el dramático séptimo partido, donde la lógica parecía que podría llevar a los Canucks a su primer título, de ser capaz de mantener la imbatibilidad en casa en la final, Boston ganó 4-0 y no dio opciones, frustrando las opciones de todo Vancouver que ya se veía levantando la copa. Parte de la afición se lo tomó muy mal y se produjeron importantes altercados al terminar el partido en las calles de la capital de la Columbia Británica en unos de los episodios de violencia más recordados en la historia de la NHL.
Jugó tres juegos olímpicos con Canada y ganó dos, Vancouver’10 y Sochi’14. Y dos oros en los mundiales 2003 y 2004
Se retiró en el 2019 y se quedó a vivir en Miami pasando a ser directivo de Florida Panthers. Los Panthers le retiraron el dorsal #1 en el 2020 e ingresó en el salón de la fama en el 2022
Luongo logró tocar la copa por partida doble como directivo del Panthers, por fin. Un premio de consolación por él pero finalmente podía levantar en el cielo de Florida una copa que mereció y luchó como pocos.
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