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NHL

El efecto mariposa de un 11 de abril

Ahora que vivimos en una época en la que las películas de realidades alternativas y el efecto mariposa está tan de moda, es difícil no pensar en todos esos partidos a lo largo de la temporada regular que han podido encadenar una serie de acciones que al final han alterado la historia de varios equipos.

Que un triste martes, 11 de abril se alterase el futuro de un equipo como pueden ser los Florida Panthers, parece casi anecdótico cuando ellos ese día no jugaron al hockey.

Una de las peleas más disputadas hasta el final de la temporada ha sido esa posición en la Wild Card de la conferencia Este

En todas las realidades alternativas que podían esperarse del partido que enfrentaba a Chicago Blackhawks contra Pittsburgh Penguins -el otro equipo peleando por un puesto de la Wild Card- el 5-2 que se pudo ver en el PPG Paints Arenal parecía el resultado menos esperado.

Hay que partir de la base que los Blackhawks estaban haciendo una de las peores temporadas de esta década que se les puede recordar en un proceso de reconstrucción que parece largo y que va a dar de qué hablar. A la vez, en el partido jugaban los Penguins que en ese momento todavía peleaban por clasificarse a los Play-offs y aunque no claro, eran de los favoritos para hacerlo entre los equipos que competían por ello.

Pero un partido cambia la historia de una temporada. En 2018, St. Louis Blues pierde vergonzosamente contra los Canucks, medio equipo se peleó y aunque no haya nada que pueda corroborarlo, a partir de ahí el equipo de Missouri empezó la épica para terminar alzando la Stanley Cup en mayo de 2019.

La derrota de los Penguins contra Chicago en abril da la misma sensación. Todo podría haber salido distinto si ese resultado hubiese sido al revés. Si el equipo de Crosby y compañía hubiesen marcado más goles o no se hubiesen dejado marcar 5 por jugadores bastante mediocres, quizás hubiesen sido ellos los que podrían haber puesto en las cuerdas a Boston en los Playoffs.

Pero los resultados no se pueden cambiar y ese partido, aunque en su momento podría haber parecido insignificante, ha construido varias historias que pasaran a la historia de la NHL.

Dicen que el aleteo de una mariposa puede cambiar el destino de alguien, a partir de ahora diré que un gol de Andreas Athanasiou en el tercer periodo de un partido de hockey también puede hacerlo.

¿Qué tiene que ver Florida Panthers en todo esto?

Chicago gana el partido, los Penguins pierde la oportunidad de depender de ellos para clasificarse a los playoffs, un día después New York Islanders, que habían hecho mejor temporada en líneas generales gana a Montreal, y se clasifica matemáticamente en el primer puesto de la Wild Card. Sólo quedaba que New Jersey Devils ganasen a los Buffalo Sabres ese 11 de abril para que Florida consiguiese clasificarse como octavo puesto de su conferencia para los playoffs sin depender de nadie.

El efecto mariposa en todo su esplendor, un resultado cambió la historia de varios equipos en un momento.

Y aunque la temporada de los Panthers ha sido tumultuosa, su último tramo ha sido muy bueno y se ha visto en cómo comenzaron unos playoffs que siempre serán recordados por la gente de Sunrise, Miami.

El resto de la historia ya nos la conocemos. Florida llega a los play-offs como uno de los peores equipos y termina jugando la final de la Stanley Cup. El efecto mariposa casi se convierte en la típica historia que le gusta comprar a Netflix años después. No ha podido ser así porque Vegas Golden Knights se hicieron con la copa, pero el camino ha sido de película.

Una serie contra unos Boston Bruins de historia en la temporada regular, que terminó en un eléctrico juego 7 dónde Florida mostró el coraje y la mentalidad que se necesita para jugar. Sentimiento que han sabido llevar al resto de series contra Toronto y Carolina. Nunca siendo los favoritos y siempre sorprendiendo. En la final, Vegas era mejor equipo y fue el que ganó, pero la sensación de que todo el mundo iba con ellos en esa final no se la van a quitar de encima.

Que un partido un vulgar martes de abril les haya hecho a los aficionados de los Panthers vivir una de las mejores post-temporada en las últimas décadas es algo digno de mención.

¿Y qué pasa con Chicago?

Otro mundo alternativo se abrió ese 11 de abril cuando Chicago ganó el partido contra los Penguins. Un equipo en clara reconstrucción, peleando por hacer los peores números vistos para conseguir ese primer pick del draft tan codiciado. Lo normal hubiese sido su derrota porque es lo que les venía bien.

En su propia pelea con Anaheim de quién lo hacia peor, esos dos puntos contra Pittsburgh parecían el final de su pelea por tener las mejores opciones en la lotería del draft. Pero los efectos mariposa a veces funcionan distinto a cómo nos pensamos. Quizás -y aquí todo son suposiciones- si hubiesen perdido no hubiesen tenido la suerte de haber conseguido ese primer pick del draft, el ocho de mayor como lo han hecho.

Y aunque se quedaran sin playoffs, el premio en forma de Bedard es más que suficiente para los Blackhawks

Se puede decir que un partido ha cambiado el presente de varios equipos en la actualidad y aunque en el deporte esto es normal, siempre es curioso ver como un resulta no tan importante cambia el futuro de muchos equipos.

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