Que los días previos al Draft aparezcan rumores sobre posibles sorpresas de cara al número uno del Draft es algo absolutamente normal. El año pasado, Owen Power fue el número uno de una promoción que inicialmente parecía que iba a ser liderada por Aatu Räty, y que hasta el momento de la elección no se sabía qué camino tomarían los Sabres, contando que en su defensa ya estaba Rasmus Dahlin. En el 2020, días antes del Draft, los rumores de un posible cambio de parecer de los Rangers sobre Lafrenière en favor de Byfield comenzaron a aparecer, aunque bien es cierto que mucho más débiles.
Esto es solo un pequeño contexto de lo que suele pasar antes del Draft. Todo esto le da un punto de emoción al día, es lógico, interesado al fin y al cabo puesto que es un evento televisado, pero también hace que sea muy difícil separar la rumorología fundada de la realidad. La realidad es que, por muy buenas informaciones que se tengan, lo que sucede de manera interna en relación al Draft es imposible de saber.
No fue nada diferente este año. El entorno mediático de los Canadiens es uno de los más intensos de toda la NHL, y a través de Grant McCagg empezó a construirse la narrativa mediática de la decisión de Montrèal de escoger a Juraj Slafkovsky por delante de Shane Wright, quien durante todo el año estaba previsto como el número uno, pero sin la solidez en esa posición como la de tiempo atrás. Su temporada en OHL había sido buena, dentro de lo esperado para alguien de su talento, pero no había mostrado ese dominio tan grande que se espera de un número uno, y su impacto a nivel internacional había sido muy escaso, a diferencia de Slafkovsky, quien había tenido una temporada muy intensa y exitosa a nivel internacional, con el único asterisco de haber completado una temporada discreta en cuanto a producción estadística en Liiga. Postura que levantó todo tipo de opiniones, pero que ni mucho menos era algo que no se podía visualizar que sucediese. Raro que suceda en un número uno, donde no suele haber mucho cambio de decisiones para evitar (algunas) polémicas futuras, pero nada imposible.
Todas las previsiones ya se habían hecho sobre Wright en el número uno, Slafkovsky como elección de los Devils tras escoger el año pasado a Luke Hughes y contar con dos buenos centers en su hermano Jack Hughes y el suizo Nico Hischier. Arizona se haría con el americano Logan Cooley, y a partir de ahí se abría con los Seattle Kraken, que están construyendo, y necesitan ayuda en todos los puntos, pero se les abría un abanico interesante de defensores con Simon Nemec y David Jiricek. Incluso horas antes del Draft, ya se podía ver a Philadelphia escogiendo a Cutter Gauthier, uno de los jugadores que más subió en los últimos meses y que también hacía caer de las previsiones a Matt Savoie, quien también parecía a inicios de año tener un puesto entre los tres primeros y que finalmente no fue así. Pero se desmontaron todas las previsiones cuando Montrèal hizo acertados los rumores y escogió a Slafkovsky con el número uno del NHL Draft 2022:
“No hay muchos jugadores que puedan patinar, que tengan un gran cuerpo y puedan anotar como Juraj.” eran las palabras de Kent Hughes como argumento para tener a Slafkovsky como número uno. Por lo comentado, en la entrevista personal el jugador marcó diferencias sobre su carácter: “Una de las preguntas que le hice cuando lo conocí fue saber qué era lo que más amaba del hockey. Me dijo estar en el hielo cuando están arriba 4-3 o abajo 4-3. Este tipo de respuesta es lo que vimos de él como jugador.“ Sus palabras coincidían con el producto que estaba sobre el hielo, por lo que fue escogido el número uno.
Con este cambio, se inició la cascada de sorpresas: New Jersey repite en defensa y se hace con su compatriota Simon Nemec. Esto supuso un hecho histórico para Eslovaquia, ya que sólo dos jugadores del país habían sido antes escogidos en el Draft entre los diez primeros: Marian Gaborik el tercero en el 2000 y Robert Petrovicky en el noveno puesto del 1992.
Arizona no cambia su camino esperado, y a pesar de la disponibilidad de Wright, se hicieron con Logan Cooley, lo cual le otorgaba a los Kraken la opción de hacerse con un número uno en el cuarto puesto, a pesar de haber escogido el año pasado a Matthew Beniers. Seattle opta por ir con el best player available y suman a Shane Wright, en lo que a mi parecer es una muy buena decisión ya que los Kraken están en momento de sumar talento en todas las posiciones. La seria mirada de Wright a la mesa de los Canadiens ya forma parte del libro de momentos históricos del Draft. Tan solo los Flyers hicieron buenas las apuestas escogiendo a Gauthier y finalmente no fue tanta la caída de Savoie ya que los Sabres le frenaron en el noveno puesto.
Además los Canadiens se las ingeniaron para sumar al también eslovaco Filip Mesar, uno de mis nombres favoritos del Draft con su dinámico patinaje y su buen remate, lo cual les da ya una futura unión más que interesante. Mesar tardará un poco más, tiene un camino más largo que recorrer pero tiene potencial para ser un jugador que produzca, que llame la atención. A mí me tiene muy ganado porque estéticamente me encanta su juego, su remate y su forma de patinar. Podían hacer triplete con Adam Sýkora, pero decidieron apostar, también de manera acertada, por Lane Hutson, defensor del USNTDP con un potencial ofensivo espectacular. Justo a la siguiente elección, salía Sýkora escogido por los Rangers. Veremos quién gana de esta decisión.
Pero no se puede decir en absoluto que Montrèal no saliese bien cargado de esta promoción: Juraj Slafkovsky, Filip Mesar, Owen Beck, Lane Hutson, Vinzenz Rohrer en sus primeras elecciones es un botín más que interesante de cara al futuro. Pero lo mismo se puede decir de los que vienen por detrás. Los New Jersey Devils pueden tener defensa por muchos años con Simon Nemec & Luke Hughes, dos que también tienen minutos en sus patines entre profesionales, Arizona puede tener a un center de primera línea en Cooley mientras que Seattle se hizo con la que es para mí una de las promociones más interesantes: Shane Wright, Jagger Firkus, Jani Nyman, Niklas Kokko, David Goyette, Ty Nelson.
¿Qué consiguen los Montreal Canadiens con Slafkovsky?
Pues aquí hicimos un repaso a su figura como jugador de manera más profunda, pero resumido y rápido consiguen a un jugador que supera el 1’90 de estatura con apenas 18 años, físicamente preparado para la élite profesional, con experiencia en lo que los americanos llaman el “big stage“, intenso en el forecheck y con un muy buen remate. Jugador que le gusta generar ataque, que le gusta llevar el puck a las zonas de peligro, incluidas aquellas que lucen menos pero de donde se saca mucho crédito, y que no se esconde mientras está sobre el hielo, de los que se hacen notar y demandan la posesión para hacer que pasen cosas.
Juraj Slafkovsky se encuentra en una situación interesante. Montrèal está construyendo un ataque joven en el que va a tener tiempo para adaptarse junto a otros como Nick Suzuki, Cole Caufield y el recién incorporado Kirby Dach, que también busca redención en un nuevo entorno tras no tener mucha suerte en Chicago. La presión de un número uno del Draft no se la va a quitar nadie, va implícita en su puesto para todo el que pasa por ahí, y el entorno mediático lleva mucho tiempo siendo igual de intenso, eso tampoco se lo quitarán. Pero Juraj tiene partidos a sus espaldas entre profesionales, en entornos de todo tipo, y no ha sido nunca un jugador de esconderse. Todo lo contrario, es un jugador que no se esconde, que se hace presente sobre el hielo y siempre intenta que pasen cosas.