
En un cambio sin precedentes, la NCAA ha revisado sus normas de elegibilidad para permitir que los jugadores de la Canadian Hockey League (CHL) compitan en el hockey universitario a partir de la temporada 2025-26.

Históricamente existía una barrera de entrada, los jugadores de la CHL estaban excluidos de la participación en la NCAA debido a la designación semiprofesional de la liga, que chocaba con los estándares de amateurismo de la NCAA.
El dominio de la CHL puede tambalearse, el papel de la USHL podría evolucionar y la NCAA podría emerger como una nueva potencia en el hockey
Este cambio en las normas permite ahora a los jugadores de la CHL conservar su estatus de amateurs y dedicarse al hockey universitario, lo que abre una nueva vía hacia las carreras profesionales y provoca un gran revuelo en el ecosistema del hockey norteamericano.
Duro golpe a la CHL
La CHL, que engloba la Liga de Hockey de Ontario (OHL), la Liga de Hockey del Oeste (WHL) y la Liga Juvenil de Hockey de Quebec y Maritimes (QMJHL), ha sido una fuerza dominante en el desarrollo del talento de la NHL, representando históricamente más del 50 % de los jugadores seleccionados en los últimos años en los NHL Drafts. Sin embargo, la nueva apertura de la NCAA plantea retos para la retención de jugadores en sus ligas.
El compromiso de la joya Gavin McKenna (muy posible selección #1 del próximo Draft de la NHL 2026) con la Universidad de Penn State ejemplifica este cambio, impulsado por el atractivo de la educación junto con el desarrollo del hockey de élite.
Los informes indican que más de 50 jugadores (muchos de ellos ya seleccionados por algún equipo de la NHL) de la CHL han seguido su ejemplo, lo que apunta a una posible fuga de talentos. Aunque esto podría debilitar la ventaja competitiva de la CHL, los ejecutivos no se muestran preocupados. «Confiamos en nuestro producto», afirmó el comisionado de la WHL, Dan Near, haciendo hincapié en la probada cantera de la NHL que significa la CHL.
Lo cierto es que la CHL y sus equipos se encuentran estratégicamente repartidos por todo el territorio canadiense donde el hockey se respira 24/7. Muchos de estos equipos representan el único acercamiento de hockey de alta competencia en lugares que por su tamaño o lejanía no pueden hoy en día permitirse soñar con un equipo en la NHL o la AHL. Pero al mismo tiempo una gran parte del atractivo que lleva a los fans a llenar las arenas de la CHL es que están viendo a los chicos que el día de mañana competirán en la NHL, por lo que si la fuga de talento es muy grande la CHL podría verse muy afectada.
La USHL en un terreno de incertidumbre
La United States Hockey League (USHL), que durante mucho tiempo ha sido una fuente clave para los programas de la NCAA, se enfrenta ahora a un panorama más complejo. La afluencia de jugadores de la CHL a la cantera del hockey universitario podría afectar negativamente su importancia y atractivo para jugadores de alto nivel.
Sin embargo, este cambio también podría elevar el nivel general de talento de la liga, ya que posiblemente estos jugadores tengan que competir de directamente contra jugadores de la CHL por llamar la atención de las principales universidades de la NCAA. Esta adaptabilidad podría preservar su papel como liga de desarrollo vital, aunque deberá hacer frente a una mayor presión por parte de una cantera de talentos más amplia.
Repercusión en la NCAA
Para la NCAA, este cambio de normativa supone un punto de inflexión. El acceso al talento de la CHL promete impulsar la competitividad del hockey universitario, posicionándolo potencialmente como rival del modelo de desarrollo de la CHL y más importante aun, convirtiéndola en un producto que tranquilamente puede competir por el segundo lugar en seguimiento por detrás de la NHL como ya sucede en otros deportes de Norteamérica.
La decisión de McKenna se puede clasificar como un momento histórico, que subraya la creciente búsqueda de supremacía del hockey universitario con su combinación de estudios académicos, compensaciones económicas, marketing y una liga de élite. Esto podría atraer a más aficionados e ingresos, elevando el perfil de este deporte.
Los jugadores son el centro de este cambio, y muchos se sienten atraídos por la doble promesa de la NCAA de educación y hockey. «Es lo mejor de ambos mundos», señaló McKenna, destacando la oportunidad de obtener un título mientras se compite al más alto nivel. Otros prospectos de la CHL que se han comprometido con los programas de la NCAA refuerzan este pensamiento, lo que refleja una creciente preferencia por una trayectoria de desarrollo equilibrada.
A medida que se acerca la temporada 2025-26, el mundo del hockey se prepara para las consecuencias de este cambio de paradigma. El dominio de la CHL puede tambalearse, el papel de la USHL podría evolucionar y la NCAA podría emerger como una nueva potencia en el hockey.
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