El año pasado, por fin la NHL y algunas de sus estrellas se animaron a abrirnos la puerta de su casa y mostrarnos qué hay más allá del hielo. Así nació El juego definitivo – Dentro de la NHL, de Amazon Prime Video, donde pudimos seguir el trepidante trayecto de los Florida Panthers hasta ganar la Stanley Cup tras derrotar a los Edmonton Oilers (y aprendimos datos tan curioso como que Connor McDavid tiene miedo del kétchup y Jacob Trouba hace body art en su tiempo libre y se pueden comprar sus cuadros).
El 3 de octubre se estrenó la segunda temporada de esta docuserie producida por Box To Box y NHL Productions y nos trajo nuevas tramas, nuevas caras y algunos jugadores que repiten del año anterior. En este caso, dos claros protagonistas: la 4 Nations Face Off y la final de la Stanley Cup.
Capítulo a capítulo
Episodio 1
La temporada 2024-2025 ha sido una de primeras veces para Brady Tkachuk, capitán de los Ottawa Senators. Después de ver a su hermano, Matthew, ganar la Stanley Cup en junio de 2024, tiene más ganas que nunca de demostrar lo que vale, y por fin tendrá la oportunidad en la 4 Nations Face Off, su primera competición internacional best-on-best, y en playoffs, la primera post-temporada que alcanzan los Ottawa Senators desde 2017 (y con una batalla de Ontario, nada menos). Es un buen capítulo para empezar la temporada, con equilibrio entre el hockey y la vida familiar de Brady (incluyendo cameos de su padre y su hermano). Quizás habría sido interesante, al hablar de la 4 Nations, tratar el tema de las tensas relaciones entre Canadá y los Estados Unidos, contexto que tuvo gran impacto tanto en los jugadores como en el público y que explica las peleas que se dieron en los partidos entre estos dos gigantes del hockey.
Episodio 2
El episodio más duro de la temporada y, quizás, el mejor. En agosto de 2024, el mundo del hockey se unió en horror, tristeza e incomprensión al descubrir que Johnny Gaudreau y su hermano Matthew habían muerto atropellados mientras montaban en bici en su Nueva Jersey natal. Este capítulo sirve como tributo a los dos hermanos, centrándose en las personas más cercanas, en especial, a Johnny. Así, seguimos a su mujer, Meredith, a su mejor amigo, Sean Monahan (que había firmado hacía poco por los Columbus Blue Jackets, en parte para volver a jugar con Johnny) y a Zach Werenski, que tomó las riendas para guiar al equipo en esas circunstancias tan difíciles, y hacerlo por Johnny. Es un capítulo difícil de ver, por el tema que trata, pero se muestra con cariño y cuidado.
Episodio 3
Por fin. Ha llegado el día. ¡Sidney Crosby nos va a hablar de su vida privada más allá del hockey! Bueno, si eso es lo que esperabas de este capítulo, siento decepcionar. Sidney Crosby, capitán de los Pittsburgh Penguins, cara de la liga y uno de sus mejores jugadores desde hace veinte años, alguien que ha ganado todo lo ganable, nos habla de su entrenamiento y de que cuelga las fotos de los capitanes que ganan la Stanley Cup cada año, para así motivarse (nada que no hubiera contado ya en documentales anterior; recordemos que incluso se ha llevado un Emmy por varios de esos). No nos va a hablar de su gato (que tiene, según otros compañeros de equipo), ni de su novia Kathy Leutner (con la que lleva desde 2008), ni de nada que no tenga que ver directamente con su carrera. Lo que sí que es interesante es la parte en la que trata la 4 Nations y cómo liderar un equipo mucho más joven que él hasta el oro contra los Estados Unidos.
En paralelo, seguimos a Anze Kopitar, de los LA Kings que entró a la liga a la vez que Crosby, capitán que también ha jugado siempre para el mismo equipo y que ha ganado la Stanley Cup varias veces. Kopitar nos muestra su vida familiar en su última temporada antes de retirarse, habla de su papel de mentor con jugadores más jóvenes en el equipo, como Quinton Byfield, y aprovecha para contar algunas tradiciones de su país, Eslovenia.
El capítulo aprovecha para meter también el logro de Alexander Ovechkin de alcanzar (y superar) el récord de Wayne Gretzky de más goles marcados a lo largo de una carrera. Una trama a la que se le podría haber dedicado más tiempo.
Episodio 4
Hablemos de los Leafs. De su maldición, que les impide pasar de la segunda ronda de playoffs (durante mucho tiempo, incluso de la primera). Hablemos de un equipo que no ha ganado la Stanley desde 1967, a pesar de hacer temporadas excelentes. Y hablemos de Brendan Shanahan, uno de los protagonistas de este capítulo, presidente de los Toronto Maple Leafs y el hombre responsable de haber construido este equipo. Sirve de despedida de Shanahan, pues una vez eliminados los Leafs, estaba claro que su era en Toronto había terminado. También seguimos a William Nylander, estrella del equipo que regresa después de protagonizar uno de los capítulos de la anterior temporada.
Sin duda, lo más interesante es aprender sobre la vida familiar de Shanahan antes de convertirse en estrella de la NHL en Detroit.
Episodio 5
Hacia el final de la temporada, nos encontramos con Seth Jarvis y los Carolina Hurricanes. Este joven delantero es una bola de energía con mucho talento que, sin embargo, a veces les da demasiadas vueltas a las cosas. Así, el programa aprovecha para meter el dedito en un tema tan relevante hoy en día como el de la salud mental. Sin embargo, creo que no llega a profundizar como debería en el asunto y, al final, se queda pobre en ese aspecto. De todas formas, es el capítulo más divertido de la temporada, pues Jarvis tiene una personalidad arrolladora y la muestra en la 4 Nations (donde puede interactuar con héroes de su infancia), durante toda la saga que vio a Mikko Rantanen pasar por tres equipos en unos pocos meses y cuando pasa tiempo con su familia.
Estaba a rebosar de patriotismo, no sé, de sirope de arce. Tenía la sangre rojiblanca.
Reflexión final, o, más bien, una pregunta seria: ¿cómo sigue vivo Seth Jarvis, viendo lo que come? Que alguien le diga a este chico que no puedo comer pollo crudo…
Episodio 6
Llegamos a la final de la Stanley Cup, el reencuentro de los Edmonton Oilers y los Florida Panthers, que ya nos regalaron una de las finales más emocionantes de los últimos años en la temporada pasada. El foco del capítulo, sin embargo, está en Matthew Tkachuk y Brad Marchand, los rat kings, dos jugadores que parecen hechos el uno para el otro. Lo más interesante es precisamente el traspaso que los reunió al mandar a Marchand, capitán de los Boston Bruins hasta ese momento, equipo para el que había jugado dieciséis años, a Florida. Un golpe duro para un jugador que pensaba que pasaría toda su vida en Boston, aunque, al final, consigue su final feliz en forma de Stanley.
Pensaba que iba a ser un Bruin toda mi vida. Es lo que había soñado.
Por parte de los Oilers, vemos sobre todo a Zach Hyman, aunque el jugador se lesionó antes de llegar a la final. Y, lo mejor, un Corey Perry enfadadísimo. ¿Podemos culparlo? Lleva cinco finales seguidas perdidas…
Veredicto final
Si bien esta temporada no cuenta con la novedad de la anterior, la emoción de poder acceder a los jugadores de una forma que hacía tiempo que no veíamos consigue mantener el nivel gracias a las diferentes historias que cuenta y las estrellas que participan. Será interesante ver si se hace una tercera temporada y qué nos enseñan en esa.
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