En la historia de la NHL hay pocas familias que han dejado una huella tan grande como los hermanos Staal. Originarios de Thunder Bay, Ontario, los Staal han combinado dedicación, talento y longevidad para crear una marca en el mundo del hockey.
Aunque son cuatro hermanos –Eric, Marc, Jordan y Jared– son los tres primeros los que han dejado un legado en la liga ya no sólo por su talento individual, sino por su impacto colectivo en la NHL. Han jugado más de 1000 partidos y dos de ellos han ganado la Stanley Cup. Su influencia y su compromiso con este deporte les ha convertido en ejemplos a seguir para futuros jugadores.
La extraña unión de los Staal fue la primera vez en tres décadas en la que tres hermanos compartían línea/plantilla en un equipo de la NHL
El momento más memorable para la familia Staal ocurrió al final de la temporada 2012/13 cuando Eric, Jared y Jordan coincidieron por primera y única vez con los Carolina Hurricanes. Creando una escena que se ve poco en el hockey moderno: tres hermanos jugando juntos no solo en la misma liga sino en el mismo equipo.
¿Como coincidieron?
Para entender un poco el contexto de cómo se dio esta situación: Eric Staal era el capitán y líder de los Carolina Hurricanes donde pasó la mayoría de su trayectoria como profesional. Carolina realizó un importante traspaso para conseguir a Jordan Staal desde los Pittsburgh Penguins. Con este movimiento reunían a dos de los hermanos en el equipo.
La sorpresa final sucedió en abril de 2013 cuando Jared Staal fue convocado desde el filial de la AHL, los Charlotte Checkers. Carolina jugaba contra los New York Rangers y ese día en el que Jared ocupaba un puesto con el primer equipo tres de los cuatro hermanos Staal jugaban juntos. Además el entrenador del equipo del sur en ese momento, decidió ponerles a jugar juntos en una misma linea haciendo el momento aún más increíble. Marc Staal (el cuarto hermano en discordia) que en ese momento jugaba en la franquicia de Manhattan no pudo jugar por una lesión en el ojo, pero sí que estuvo presente para ver a sus hermanos jugar.
Aunque el resultado fue en contra de los Hurricanes, el foco estuvo en la historia que se contaba sola con los tres hermanos Staal jugando juntos. Además Jared, que solo jugó dos partidos en la NHL, tuvo la oportunidad de hacerlo de la mano de sus hermanos algo que pocas familias han logrado.
Hoy todavía, el apellido Staal sigue resonando en la NHL y esta historia se cuenta como algo inédito en el deporte moderno.
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