La temporada de la NHL está dejando nombres positivos como el caso del jugador de los Dallas Stars Jason Robertson pero también casos negativos como el de Alexis Lafrenière. De hecho, el canadiense está empezando a ser considerado por algunos aficionados como uno de los fracasos de los Rangers en los últimos años. Aparecer en una posición tan alta del draft de una competición como la NHL es sinónimo de presión y de expectativas y no es fácil cumplir con dichas expectativas en un ambiente de presión como el de la NHL. Y es que la NHL es el gran escaparate mundial pero también es una trituradora despiadada. Un caso con ciertas similitudes es el de Dave Chyzowski, el que fuera número 2 del draft de 1989.
Nacido en 1971 en un lugar con tanta tradición en el mundo del hockey hielo como Alberta (concretamente en la ciudad de Edmonton), Dave Chyzowski estuvo pegado a un stick y a un puck desde que nació. Durante sus primeros años fue jugando y brillando hasta llegar a formar parte de los Kamloops Blazers, equipo de la localidad de Kamloops en la Columbia Británica. Aunque a día de hoy suene a equipo terriblemente modesto, en las décadas de los 80 y los 90 era un equipo puntero de las categorías juveniles, de hecho su palmarés consta de 9 títulos conseguidos entre 1984 y 1995.
Chyzowski fue número 2 del draft de 1989 tras Mats Sundin
Las buenas actuaciones de Chyzowski llamaron la atención de la NHL y en 1989 tras firmar una temporada de 104 puntos en 68 partidos fue reclutado por los New York Islanders como número 2 del draft. Ese año el número 1 fue el sueco Mats Sundin, que llegaría a ser capitán de los Toronto Maple Leafs, equipo en el que militaría durante 11 años.
Llegar a un equipo en plena reconstrucción no es fácil. Sobretodo si se generan muchas expectativas a tu alrededor y debes convivir con la presión de liderar el nuevo proyecto. Y los Islanders de finales de los 80 y principios de los 90 se encontraban en ese punto y Dave Chyzowski estaba llamado a ser uno de los líderes del resurgir de los neoyorquinos. Pero la realidad fue bien diferente. Su primer año en la NHL fue discreto. Apenas participó en 34 partidos y anotó 14 puntos. Un bagaje demasiado pobre para un número 2 del draft. Ese mismo año jugó cuatro partidos con los Springfield Indians en los que no logró ni un punto. Y también jugó otros cuatro encuentros con su antiguo equipo, los Kamloops Blazers, logrando 7 puntos.
Durante los siguientes años, Chyzowski se fue perdiendo en la nada, disputando un puñado de partidos con los Islanders y alternando sus presencias entre el primer equipo y el filial de la AHL. Así en la 90-91 jugó 56 partidos en la NHL con 14 puntos por 7 partidos y 9 puntos en el Capital District Islanders de la AHL. En la 91-92 disputó 55 partidos con el equipo de la AHL (logrando 33 puntos) por solo 12 partidos (y 2 puntos) en la NHL. La estrella del ala izquierda de Edmonton empezaba a apagarse. En la 92-93 jugó 66 partidos para los Capital District con 36 puntos por solamente 3 en la NHL con los Islanders (1 punto).
Para la 93-94 se fue todo el año a los Salt Lake Golden Eagles de la IHL donde disputó 66 partidos y anotó 40 puntos, recordando al Chyzowski que había brillado en los Blazers. En la 94-95 vuelta a Nueva York para disputar 13 partidos y no anotar ningún punto con los Islanders. Fueron sus últimos minutos con el conjunto neoyorquino. De ahí se fue un año a los Adirondack Red Wings de la AHL donde consiguió 83 puntos en 80 partidos. De ahí se fue a la IHL a jugar 76 encuentros con los Indianapolis Ice, donde logró 74 puntos. Números espectaculares que le abrieron de nuevo las puertas de la NHL, en esta ocasión fueron los Blackhawks de Chicago quienes le reclutaron para su plantilla de la campaña 96-97. Y de nuevo llegaron cifras paupérrimas. Apenas 8 partidos disputó con el cuadro de Chicago y no consiguió ni un punto. Este fue el punto y final de la carrera de Chyzowski en la NHL.
En los siguientes años se fue a la IHL donde alternó diferentes equipos. En la 97-98 disputó 17 partidos y anotó 16 puntos para los Orlando Solar Bears, de ahí, ese mismo año, pasó a los San Antonio Dragons con quienes jugó 10 partidos logrando 6 puntos antes de recalar en los Kansas City Blades donde esa temporada jugaría 38 partidos logrando 33 puntos. La 98-99 y la 99-00 las jugó con los Blade disputando 67 y 81 partidos respectivamente. Sus números siguieron siendo notables con 39 puntos en la 98-99 y 70 en la 99-00. Y de ahí dio el salto a Europa.
Alemania y Austria fueron los países que vieron los últimos años en activo de Chyzowski y en ambos países dejó un buen sabor de boca. Los Panthers de Augsburgo fueron su primer equipo en Alemania en la 2000-01. Disputó 44 partidos y consiguió 25 puntos, algo que le permitió fichar por los Munich Barons con los que jugó 15 partidos y anotó 3 puntos. Tras esto vivió dos años en los Wild Wings de Schwenningen con 56 y 49 partidos respectivamente. En la 2001-02 consiguió 38 puntos y en la 2002-2003 firmó 49. Tras tres años en territorio alemán dio el salto a Austria.
No fue capaz de cumplir con las expectativas creadas y su aventura en la mayor liga del mundo ha sido considerada como un fracaso
En la 2003-04 militó en el Graz EC jugando 36 partidos y logrando 36 puntos. En la 2004-2005 se fue al Viena donde consiguió 60 puntos en 43 choques. Finalmente disputó dos años más en Austria, ambas temporadas en el Linz EHC con los que jugó 48 y 9 partidos y logró 61 y 2 puntos respectivamente. Tras eso se retiró como jugador de hockey aunque ha seguido vinculado al puck de varios modos, por ejemplo fue entrenador asistente de los Vancouver Giants de la WHL y la 21-22 fue entrenador principal de los Merritt Centennials de la BCHL.
Los números de Chyzowksi fuera de la NHL han sido muy buenos e incluso por encima de algunos de los jugadores más conocidos de la NHL, pero sin embargo, el canadiense no fue capaz de cumplir con las expectativas creadas y su aventura en la mayor liga del mundo ha sido considerada como un fracaso en lo que es una señal inequívoca de lo duro y difícil que es no solo el llegar a la NHL sino el poder mantenerse en la misma.
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