Una gran mayoría de quienes tuvimos nuestra niñez y / o adolescencia durante la década de los noventa lo hicimos siguiendo la exitosa serie ‘Campeones: Oliver y Benji’ que trataba sobre fútbol. En la misma unos de los protagonistas eran los Jason y James Derrick, unos gemelos que tenían una serie de disparos muy particulares y que eran un verdadero quebradero de cabeza para los rivales.
Como no podía ser de otra manera por aquella época la NHL también tuvo a sus gemelos que volvían locos a los rivales: Danny y Henrik Sedin.
Hablar de los hermanos Sedin es hablar de los Canucks de Vancouver. Son historia viva del cuadro canadiense. Aunque la historia de los Sedin empieza en Europa, concretamente en la ciudad sueca de Ornskoldsvik en la que nacieron en 1980 y en la que pasaron gran parte de su vida jugando para el club local, el Modo, hasta que con la llegada del nuevo siglo hicieron las maletas a Canadá. Su llegada a la NHL ya marcó un hito para la competición, no en vano los Canucks estaban muy interesados en ellos dos y removieron cielo y tierra para tenerlos.
Hubo muchos intercambios y hasta los Atlanta Trashers, que fueron quienes eligieron en primer lugar en el draft, se comprometieron a no fichar a ninguno de los hermanos, en su lugar se quedaron con Patrik Stefan. Los Canucks eligieron a Danny en segundo lugar y a Henrik a renglón seguido. Su apuesta por los gemelos suecos había sido muy fuerte y el tiempo acabaría por darles la razón.
Historia viva de los Canucks
Daniel Sedin disputó 1306 partidos con los Canucks entre el año 2000 y el 2018 en el que se retiró con el equipo de Vancouver. Marcó 393 goles, no en vano tenía más gol que su hermano, y repartió 648 asistencias para un total de 1041 puntos. Registros que le convirtieron en el segundo jugador en la historia de los Canucks con más puntos (solo por detrás de su hermano), a la vez es el máximo goleador histórico de los de Vancouver, el segundo con más asistencias, el segundo con más partidos jugados, el quinto en hat-tricks, el que más goles ganadores de partidos ha conseguido con 86 por los 49 del segundo que es Markus Naslund, el que más goles en power play ha logrado, el que más goles ha marcado en prórroga, el tercero con más puntos en playoffs, el cuarto con más goles en playoffs, el tercero con más asistencias en eliminatorias, etcétera.
Los hermanos Sedin tienen un Art Ross cada uno
Además conquistó un Art Ross y un Ted Lindsay y fue finalista del Hart Memorial. También fue capaz de conquistar la medalla de oro con Suecia en los Juegos Olímpicos de Turín en 2006 y ganó el Mundial de 2013, en 2014 alcanzó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos en Sochi y también sumó dos preseas de bronce gracias al tercer puesto alcanzado por la selección sueca en los mundiales de 1999 y 2001.
Si los datos de Daniel son notables, los de su hermano Henrik no le van a la zaga. Conquistó tres Cyrus H. McLean con los que se premia al jugador con más puntos de la temporada en los Canucks, se llevó un Hart Memorial, un Art Ross y llegó a participar en un all-star. Todo ello gracias a sus datos. Con 1330 es el jugador con más partidos en la historia de los Canucks en los que hizo 1070 puntos que también es el récord de la franquicia.
Daniel y Henrik son dos de los jugadores más grandes en la historia de los Canucks
Con 830 asistencias es el máximo asistente y con 679 es el jugador con más partidos consecutivos con los de Vancouver. En fin, una lista de registros que le convierten, junto a su hermano Daniel, en uno de los grandes de la historia del combinado canadiense. Con la selección conquistó el oro en los Juegos del 2006 y ganó el Mundial de 2013 además de los bronces del Campeonato Mundial de 1999 y 2001.
Con todos los números es fácil ver como el juego de ambos trajo de cabeza a los rivales de los Canucks durante sus 18 temporadas en activo. Si bien sus primeros años no fueron tan buenos y apenas alcanzaban la treintena de puntos cada uno. El tiempo, en este caso, fue su gran aliado. Y también la paciencia de la franquicia de Vancouver, donde seguían creyendo en esa apuesta que habían realizado en el draft de 1999 tras aquel Mundial juvenil en el que los gemelos habían deslumbrado al mundo al llevar a su selección a lo más alto.
Oro olímpico y finalistas de la Stanley Cup
El gran debe de los gemelos fue no conseguir una Stanley Cup, aunque fueron capaces de llevar a los Canucks a la final de 2011 en la que cayeron en siete partidos ante los Bruins. Los de Vancouver no alcanzaban esa ronda desde 1994 con lo que “ayudaron” a acabar con una sequía de casi dos décadas sin llegar a la gran final.
Los hermanos Sedin destacaron por su papel en el hielo pero también por los numerosos proyectos que iniciaron y que estaban encaminados a ayudar a las personas más desfavorecidas
Pero no solo dentro del campo destacaron los hermanos Sedin. También estuvieron involucrados en acciones de carácter social como la construcción de un centro pediátrico de cuidados intensivos en el Hospital British Columbia ubicado en Vancouver. Al mismo tiempo han colaborado en diferentes proyectos de ayuda a varios grupos sociales como los inmigrantes, los refugiados o las personas sin hogar e incluso han recibido premios y honores por esta faceta a nivel local y provincial.
Retomando el inicio, los gemelos de Oliver y Benji, James y Jason Derrick, y los hermanos Sedin, Daniel y Henrik, han tenido muchos aspectos en común. A nivel deportivo podríamos destacar que ambas parejas de hermanos tuvieron que trabajar duro y en estrecha colaboración para ir mejorando hasta convertirse en verdaderos referentes de sus respectivos equipos y deportes. Y aunque la carrera de los gemelos Derrick en el fútbol ha sido ficticia, su impacto en el deporte y en la cultura popular ha sido duradero y su espíritu de equipo y su determinación han inspirado a generaciones de jóvenes futbolistas.
Y lo mismo se podría decir de los Sedin, de quienes su legado como jugadores y como personas continúa inspirando a muchos. Su dedicación a la caridad y a la comunidad de Vancouver, así como su humildad y ética de trabajo, han dejado una huella duradera en la ciudad y en el mundo del hockey en general.
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