
Taylor Swift acaba de anunciar su nuevo disco y, en su honor, os voy a hablar de su película favorita de este verano: Happy Gilmore 2. Es broma, yo ya sabía que quería ver esta película y reseñarla antes de que Taylor Swift la mencionara (o mencionara su nuevo disco), pero me hace muchísima gracia que la cantante la esté promocionando tanto. Ahora entenderéis por qué.

En esta segunda entrega, dirigida por Kyle Newacheck y producida para Netflix, nos encontramos con un Happy Gilmore (Adam Sandler) que parece haber vuelto a la casilla de salida. Después de una exitosa carrera en el golf y de formar una familia con Virginia (Julie Bowen), con la que tiene cinco hijos, la muerte de esta en un accidente de golf causado por el propio Happy hace que renuncie a volver a jugar.
Aunque no sé juegue al hockey en la peli, aparecen una infinidad de referencias al deporte helado y a los Boston Bruins
Más mal que bien, Happy sale adelante con el alcohol y trabajillos cutres, pero su hija (Sunny Sandler) es un prodigio del ballet y Happy va a necesitar mucho dinero muy rápido para poder mandarla a estudiar a París. Entonces, tendrá que recurrir a la ayuda de amigos, tanto nuevos como ya conocidos, y regresar al mundo del golf. Sin embargo, además de competir para poder financiar la educación de su hija, también tendrá que combatir los esfuerzo de un joven magnate (Benny Safdie) que quiere acabar con el golf como lo conocemos.

Mi opinión
Happy Gilmore 2 retoma sin problemas la trama de la primera y desarrolla una nueva historia que recuerda mucho a la anterior, sin llegar a resultar repetitiva. No sé si será porque me cuesta llevarle la contraria a Taylor Swift, pero la película me ha resultado más entrañable y divertida que la primera, que se me quedó algo corta en cuanto a humor. Sigue siendo un humor algo ingenuo y no muy inteligente, no os voy a mentir, pero cumple su papel.

Y, sin duda, lo mejor de la película han sido los cameos y la cantidad de estrellas que aparecen. En apenas dos horas que dura la peli, volvemos a ver a personajes de la anterior película como Shooter McGavin (Christopher McDonald ) o el enfermero abusivo Hal L (Ben Stiller), pero también conocemos a una serie de contrincantes y aliados nuevos que consiguen dejarnos con la boca abierta con cada nueva aparición. No solo participan en la película la mujer y las hijas de Sandler (Jackie, Sadie y Sunny), sino que Happy Gilmore 2 cuenta también con celebridades como Benito Antonio Martínez Ocasio (vamos, Bad Bunny. Sí, ese Bad Bunny) en un papel principal, el golfista John Daly, el luchador Maxwell Jacob Friedman, Haley Joel Osment (el niño de El sexto sentido), los golfistas Bryson DeChambeau, Brooks Koepka, Rory McIlroy, Scottie Scheffler y Will Zalatoris, Eminem, el jugador de fútbol americano Reggie Bush, la jugadora de la WNBA Kelsey Plum y el jugador de baloncesto Boban Marjanović.

Además, salen multitud de actores de renombre, como Steve Buscemi o Margaret Qualley. Y podría seguir, pero creo que esto ya da una idea de la cantidad de famosos de todo tipo que han participado en la película. Pero sí que tengo que mencionar el cameo de Travis Kelce, jugador de la NFL y novio de Taylor Swift. Eso explica que promocione tanto la película la chica, la verdad, porque yo no la veo muy de este tipo de comedias (aunque tampoco la veía saliendo con un atleta y mírala ahora, feliz de la vida en la WAG suite).
¿Y el hockey?

Pues sale incluso menos que en la anterior, la verdad. Solo tenemos múltiples referencias a los Bruins y que Happy juega siempre llevando mechandising del equipo de Boston. Y sus hijos juegan por ahí con palos de hockey, pero lo que se dice jugar al hockey no, no juegan. En general, es una película que se disfruta si has visto la anterior, si no buscas más que pasar el rato y si no esperas ver una película que vaya de hockey de verdad. Y si eres el tipo de persona a la que le gusta gritar «¡Esa sale en no sé qué peli». Está disponible ya en Netflix.
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