
Tras el éxito de la 4 Nations Face-off de la NHL, que sustituyó al cada vez más cuestionado All-Star Weekend (no solamente de la NHL, tanto las ligas hermanas de fútbol americano y de baloncesto atraviesan un momento crítico en dicho ‘fin de semana de las estrellas’), es de recibo mencionar el que fue uno de los torneos internacionales que marcó el cambio en la década de los 90.


No hablamos de otro torneo que del World Cup of Hockey que nos brindaba su primera edición en 1996. Antes, permitidme dar perspectiva y es que todo empieza en 1976 cuando tiene lugar la primera Canada Cup. Torneo que nace de los esfuerzos de Douglas Fisher de Hockey Canada y Alan Eagleson de la NHLPA. Fue el primer torneo de hockey hielo a escala internacional, permitiendo a los jugadores defender los colores de los combinados de sus respectivas naciones. Hubo cinco ediciones, cuatro ganadas por la selección canadiense y una por el combinado de la antigua Unión Soviética.
Primera edición de la World Cup of Hockey
No fue hasta 1996 que se cambió al formato que le sucedería los próximos años bajo el nombre de «World Cup of Hockey». La periodicidad no es el fuerte de esta competición, tras la celebrada en el 96, no volvimos a disfrutar de él hasta el 2004 (temporada anterior al lockout de la NHL). Y tras esta segunda disputa, tuvimos que esperar hasta 2016 para una tercera entrega del mismo.

Si nos remontamos a la edición del 96, partamos del formato:
- 8 equipos
- Grupo europeo: (partidos jugados en Europa) República Checa, Finlandia, Alemania y Suecia
- Grupo norteamericano: Canadá, Estados Unidos, Eslovaquia y Rusia
- Liguilla a un solo encuentro (3 partidos)
- Los primeros de cada grupo avanzaban directamente a semifinales
- Los segundos y terceros de cada grupo se cruzaban en cuartos de final
- La final se jugaba al mejor de tres partidos
Grandes estrellas de la liga fueron baja en el torneo, ya fuera por lesión o por declinar directamente la convocatoria. Por mencionar a dos estrellas del momento y para ejemplificar dichos motivos tenemos a Pavel Bure que estaba lesionado y Dominik Hasek que renunció debido al mal timing del torneo. Más allá de los resultados de la primera fase y del camino hacia la serie final, sí es digno de mención el ruido, la rumorología que anduvo por encima de la selección canadiense y sus ayudas arbitrales -sobre todo- en su enfrentamiento ante Rusia en la fase de grupos.

En la final se cruzaron Estados Unidos y Canadá, duelo de vecinos. El primer partido se disputó en Philadelphia y lo ganó Canadá 4 a 3 con goles de Lindros, Lemieux, Fleury e Yzerman. Y una vez la serie se movió a Montreal, el conjunto de las barras y estrellas selló la victoria con sendos 5-2. En el partido que empataba la serie eran Leclair (2), Tkachuk, Hull y Young los anotadores. Y en el tercer y definitivo partido los que encendieron la bombilla roja fueron Hull (2), Amonte y Deadmarsh.
La final fue un derbi norteamericano el cuál se lo llevaron los vecinos del sur
El MVP del torneo no fue otro que Mike Richter el portero del combinado norteamericano, que llevó en volandas a su equipo durante la competición. Tony Amonte fue el que anotó el game-winning goal para enmarcar y cerrar un torneo que tuvo un frenesí y un compromiso digno de mención.
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