Una leyenda de los Sharks. Jonathan Cheechoo (Moose Factory, Ontario, 1980), que pasó seis de sus siete temporadas en la NHL vistiendo la camiseta de San Jose, sigue siendo recordado en la franquicia californiana como un auténtico ídolo, a pesar de que su producción fue bastante inconsistente a lo largo de los años y el equipo no pudo llegar en ninguna ocasión a las Finales por la Stanley Cup.

Pero lo que nadie le va a quitar es el honor de ser el primer jugador en la historia de los Sharks en anotar 50 o más goles en una sola temporada. Hizo 56 en la 2005/06. Fue también el mejor registro de la liga aquel curso, lo que le valió para ganar el Trofeo Rocket Richard, otorgado cada año al máximo artillero de la fase regular.
Primera ronda del draft
Cheechoo hizo sus primeros pinitos en el mundo del hockey sobre hielo con los Belleville Bulls, en la OHL (Ontario Hockey League), anotando 31 goles y repartiendo 45 asistencias en su primera campaña, la 97/98.

Unos meses más tarde, se presentó al draft de la NHL, donde fue elegido en el número 29 de la primera ronda por los San José Sharks, que habían intercambiado anteriormente ese pick con los Nashville Predators. Sin embargo, su debut en la mejor liga del mundo se hizo de rogar.
Tuvo que continuar haciendo méritos para enfundarse la elástica de los Sharks… y vaya si lo logró. Incrementó su número de goles y asistencias en las dos temporadas siguientes en los Bulls, y en 1999 lideró al equipo hacia su primer título de la OHL. Fue el autor de 30 puntos en 21 partidos de playoffs, incluyendo cinco goles en la victoria de su equipo en el séptimo partido de la final ante los London Knights.
Finalmente, en el año 2000, recaló en el equipo afiliado de San José por aquel momento en la AHL, los Kentucky Thoroughblades, que en 2001 se trasladó a Ohio para convertirse en los Cleveland Barons. Allí también destacó, y su salto a la máxima competición era meramente cuestión de tiempo.
Aterrizaje en la NHL
El mal comienzo de los Sharks en la temporada 2002/03 fue la tormenta perfecta para Jonathan Cheechoo, que debutó un 10 de octubre en la derrota de los suyos por 6-3 frente a Detroit. El primer gol en su cuenta particular llegó un par de semanas después, el día 25, para que subiera al marcador el segundo tanto de San José en su partido contra Nashville.
Cheechoo vivió su mejor temporada en los Skarks tras el lockout anotando 56 goles, algo que nadie ha sido capaz de igualar en San Jose
Cheechoo no jugaba más de diez minutos por partido, y estaba habitualmente relegado a la tercera o cuarta línea del equipo, pero con el paso de los meses fue ganando protagonismo y minutos sobre el hielo, si bien sus números en esa primera campaña con los Sharks fueron bastante discretos: 9 goles y 7 asistencias en 66 encuentros.
Pero no cejó en su empeño. Después de un curso en el que San José no se había clasificado para los playoffs por primera vez en seis años, el jugador canadiense empezó a ganar confianza, algo que se vio fielmente reflejado en las estadísticas: 28 goles y 19 asistencias en 81 partidos. La franquicia alcanzó las Finales de Conferencia, algo inédito hasta entonces en la historia del cuadro californiano, pero cayó con los Flames por 4-2 en la serie.

A pesar del lockout que obligó a cancelar la NHL en la temporada 2004/05, Cheechoo volvió del parón con más fuerza que nunca, anotando 56 goles, algo que nadie ha sido capaz de igualar en los Sharks dos décadas más tarde.
Las lesiones, un rompecabezas
Los problemas físicos no le hicieron perderse demasiados partidos, pero sí fueron claramente el motivo de su declive. “Las lesiones me frenaron. Todos damos un paso atrás con el tiempo. En mi caso, fueron mis hernias, mis piernas, mis rodillas… todo se fue acumulando. Era más difícil entrenar como es debido para jugar a ese nivel”, contó Cheechoo en 2019 durante una entrevista para ESPN.
En el verano de 2007, después de haber alcanzado los 69 puntos en la temporada regular, su segundo mejor registro en la NHL, tuvo que someterse a una doble operación de hernia, que se sumó a unas molestias en las rodillas y los hombros que ya arrastraba de antes.

No volvió a ser el mismo. Anotó 23 goles en la temporada 2007/08 y 12 en la 2008/09, justo antes de ser traspasado a los Ottawa Senators, donde firmó 5 tantos y 9 asistencias en 61 partidos. Ni rastro de aquel jugador que prometía marcar una época, no solo en San José, sino en la National Hockey League. A pesar de que tenía un año más de contrato, la franquicia canadiense le rescindió el contrato en junio de 2010, y se convirtió en agente libre.
Los Dallas Stars le invitaron al campamento de entrenamiento, incluso llegó a disputar dos partidos de pretemporada, pero fue cortado antes de que arrancara el curso. Lo repescó San José para su equipo afiliado de la AHL, los Worcester Sharks, y un año más tarde se marchó a los St. Louis Blues, de nuevo para estar en la conocida como la ‘segunda división’ del hockey norteamericano, aunque su periplo con los Peoria Rivermen no fructificó.
Llegó un nuevo lockout en la NHL, el último hasta el momento, lo que llevó a Cheechoo a comprometerse a mitad de temporada con los Oklahoma City Barons, otro equipo de la American Hockey League. Y hasta ahí llegó su carrera en suelo americano. “Fue bueno relajarse en un momento dado. Me tomé medio año libre durante el lockout de 2012. Tuve más tiempo para que mi cuerpo se recuperara. No lo había hecho desde el principio de mi carrera, cuando tuve unos seis meses libres por alguna razón […] Con ese tiempo, me sentí genial de nuevo. Jugué en la AHL y luego me fui al extranjero, y no volví a tener problemas de lesiones hasta mi última temporada”, relató el delantero canadiense.
Con el ciclo cumplido en Estados Unidos, el californiano decidió hacer las maletas y mudarse a Europa, donde defendió los colores del Medvescak Zagreb, Dinamo Minsk y Slovan Bratislava, todos ellos en la KHL, una competición en la que llegó a ser seleccionado para el All-Star.

Finalmente, el 6 de marzo de 2018, Jonathan Cheechoo colgó los patines y dijo adiós al hockey sobre hielo tras una carrera cargada de altibajos, pero que aún se recuerda con mucho cariño por parte de los aficionados de San José, que llevan demasiados años metidos en un túnel que no vislumbra ningún futuro agradable a corto plazo.
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